
El Yen japonés (JPY) atrae a algunos compradores en la caída durante la sesión asiática del miércoles en reacción a una noticia que indica que el Banco de Japón (BoJ) está intensificando su mensaje sobre las subidas de tasas. Además, el Índice de Precios de Productores de Servicios de Japón, publicado más temprano hoy, subrayó la opinión del BoJ de que un mercado laboral ajustado seguirá impulsando los salarios y la inflación en el sector servicios, reforzando las apuestas por un mayor endurecimiento de la política. En contraste, los operadores ahora están valorando una mayor probabilidad de que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) reduzca los costos de endeudamiento nuevamente en diciembre, lo que arrastró al Dólar estadounidense (USD) a un mínimo de una semana. Además, las perspectivas divergentes de política entre el BoJ y la Fed mantienen deprimido al par USD/JPY por debajo de la marca de 156.00.
Mientras tanto, la decisión entre una subida de tasas en diciembre o enero por parte del BoJ sigue estando finamente equilibrada. Además, las preocupaciones sobre la débil posición fiscal de Japón, respaldadas por la postura pro-estímulo de la primera ministra Sanae Takaichi, junto con el prevalente entorno de riesgo, podrían actuar como un viento en contra para el Yen de refugio seguro. No obstante, el trasfondo fundamental más amplio sugiere que el camino de menor resistencia para el JPY es al alza. Por lo tanto, cualquier retroceso intradía podría verse ahora como una oportunidad de compra en medio de especulaciones de que las autoridades podrían intervenir para frenar una mayor debilidad del JPY. Los operadores ahora esperan los datos macroeconómicos de EE.UU. para un ímpetu a corto plazo más tarde durante la sesión americana.

El par USD/JPY ahora parece haber encontrado aceptación por debajo de la media móvil simple (SMA) de 100 horas y el nivel de retroceso de Fibonacci del 38.2% del reciente movimiento ascendente desde el mínimo mensual. Además, los osciladores negativos en los gráficos horarios respaldan el caso para pérdidas adicionales. Sin embargo, los indicadores técnicos en el gráfico diario se mantienen en territorio positivo, sugiriendo que cualquier caída adicional es más probable que encuentre un soporte decente cerca de la región de 155.30, o el nivel de retroceso del 50%. Esto es seguido por la marca psicológica de 155.00, que, si se rompe de manera decisiva, será vista como un nuevo desencadenante para los operadores bajistas y allanará el camino para pérdidas más profundas.
Por otro lado, cualquier intento de recuperación por encima de la marca de 156.00 ahora parece enfrentar un obstáculo inmediato cerca del máximo de la sesión asiática, alrededor de la región de 156.35. Una fortaleza sostenida más allá de esta última podría desencadenar un movimiento de cobertura de cortos y permitir que el par USD/JPY recupere la cifra redonda de 157.00. Algunas compras de continuación podrían entonces preparar el escenario para ganancias adicionales hacia el obstáculo intermedio de 157.45-157.50 en ruta hacia el vecindario de 158.00, o el nivel más alto desde mediados de enero, alcanzado la semana pasada.
El Banco de Japón (BoJ) es el banco central japonés, que fija la política monetaria del país. Su mandato es emitir billetes y llevar a cabo el control monetario y de divisas para garantizar la estabilidad de los precios, lo que significa un objetivo de inflación en torno al 2%.
El Banco de Japón se ha embarcado en una política monetaria ultralaxa desde 2013 con el fin de estimular la economía y alimentar la inflación en medio de un entorno de baja inflación. La política del banco se basa en el Quantitative and Qualitative Easing (QQE), o impresión de billetes para comprar activos como bonos del Estado o de empresas para proporcionar liquidez. En 2016, el banco redobló su estrategia y relajó aún más la política introduciendo primero tipos de interés negativos y controlando después directamente el rendimiento de sus bonos del Estado a 10 años.
El estímulo masivo del Banco de Japón ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para combatir unos niveles de inflación que llevan décadas en máximos históricos. La política del Banco de Japón de mantener los tipos bajos ha provocado un aumento del diferencial con otras divisas, arrastrando a la baja el valor del Yen.
La debilidad del Yen y el repunte de los precios mundiales de la energía han provocado un aumento de la inflación japonesa, que ha superado el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón. Aun así, el Banco de Japón juzga que todavía no se vislumbra la consecución sostenible y estable del objetivo del 2%, por lo que parece improbable un cambio brusco de la política monetaria actual.