
El USD/MXN se deprecia al inicio de semana después de tres jornadas previas registrando ganancias de forma consecutiva. El par ha caído este lunes desde un máximo diario de 18.49 a un mínimo del día en 18.41. Al momento de escribir, el Dólar estadounidense cotiza frente al Peso mexicano sobre 18.45, perdiendo un 0.14% en el día.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) registra ligeras pérdidas al comienzo de la última semana de noviembre, afectado por la mejora del apetito de riesgo. Varios factores influyen en este sentimiento positivo del mercado.
En primer lugar, las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia, lideradas por Estados Unidos. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, calificó las recientes conversaciones con Ucrania como "las mejores que hemos tenido", afirmando que se han hecho grandes progresos. Por su parte, Alemania y Francia han calificado de "positivas y constructivas" las negociaciones para llegar a un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania. Las noticias positivas alrededor del posible fin del conflicto están favoreciendo la calma de los mercados, debilitando la demanda de activos de refugio seguro como el Dólar
Otro impulsor de la mejora del tono del mercado proviene del cambio de actitud del presidente de Estados Unidos., Donald Trump, respecto a la venta de chips de Nvidia a China, ya que el mandatario se ha mostrado dispuesto a permitir la exportación de chips avanzandos de Nvidia al gigante asiático, impulsando un sentimiento optimista en el mercado.
Otro factor que está debilitando al Dólar es el aumento de las apuestas favorables a un recorte de tasas de interés de la Fed en diciembre. Recientemente, el miembro de la Reserva Federal Christopher Waller ha declarado a Fox Business que aboga por un recorte de tasas en diciembre, uniéndose así a las palabras de su compañero John C. Williams.
La inflación general de primera mitad del mes de noviembre en México ha aumentado un 0.47% frente al incremento del 0.28% de la quincena anterior, registrando su mayor subida quincenal desde julio de 2024. El dato respalda al Peso mexicano, aunque la inflación anual se ha situado en el 3.61%, casi un punto por debajo del 4.56% del mismo período del año anterior.
Por su parte, el Índice Nacional de Precios al Consumidor subyacente, que excluye bienes y servicios con precios más volátiles, subió un leve 0.04% en la tasa quincenal, por debajo del 0.18% previo. Sin embargo, el indicador interanual se sitúa en el 4.32%, aumentando respecto a la misma quincena de 2024, cuando fue del 3.58%.
A falta de nuevos impulsores del mercado, los operadores del USD/MXN estarán atentos a la jornada de mañana martes, ya que EE.UU. y México publicarán las ventas minoristas de septiembre, pudiendo originarse movimientos en el par.
Aunque la tendencia general sigue inclinándose a la baja a largo plazo, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días se sitúa por encima de 50 en temporalidades de 1 hora, 4 horas y 1 día, señalando la posibilidad de un rebote al alza en las próximas horas.
La primera resistencia al alza se ubica en 18.54, media móvil de 100 días en el gráfico diario. Por encima de esta región esperaría el máximo de noviembre en 18.77 y el techo de septiembre en 18.86.
A la baja, el USD/MXN necesita quebrar la importante zona de soporte en 18.30 para poder retroceder hacia 18.24, suelo del 1 de octubre. En caso de romper esta región, el par apuntará hacia 18.19, suelo del 2025 registrado en septiembre.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.