
El Yen japonés (JPY) se mantiene en una posición favorable frente a su contraparte americana por tercer día consecutivo y sube a un máximo de más de una semana durante la sesión asiática del jueves. La ruptura de la coalición del Partido Liberal Democrático (LDP) con el Komeito ha puesto en peligro la candidatura de Sanae Takaichi, conocida por su postura pro-estímulo, para convertirse en la primera mujer Primer Ministro del país. Esto resultó en la reversión del comercio de Takaichi, que, a su vez, ha sido un factor clave que respalda al JPY. Además, el aumento de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, el aumento de los riesgos geopolíticos y las preocupaciones sobre un prolongado cierre del gobierno de EE.UU. impulsan los flujos hacia el refugio seguro del JPY.
Mientras tanto, los operadores han estado descontando la posibilidad de que el Banco de Japón (BoJ) pueda retrasar un mayor endurecimiento en medio de una incertidumbre política interna elevada. Esto podría frenar a los alcistas del JPY de realizar apuestas agresivas en medio de un tono de riesgo positivo. No obstante, se espera que el BoJ se mantenga en su camino de normalización de políticas y suba las tasas de interés para fin de año. Esto marca una divergencia significativa en comparación con las apuestas de que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) reducirá los costos de endeudamiento dos veces más este año. Lo último mantiene a los alcistas del Dólar estadounidense (USD) a la defensiva y respalda el caso para una extensión del retroceso reciente del par USD/JPY desde un máximo de ocho meses.

La caída de la noche arrastró al par USD/JPY por debajo de la Media Móvil Simple (SMA) de 200 horas. La posterior caída por debajo del área de 150.70, o el nivel de retroceso de Fibonacci del 38.2% de la reciente recuperación sólida desde el mínimo mensual de octubre, podría verse como un desencadenante clave para los operadores bajistas. Sin embargo, los osciladores en el gráfico diario aún se mantienen en territorio positivo, lo que sugiere que los precios al contado podrían encontrar cierto soporte cerca de la marca psicológica de 150.00. Esta cifra coincide con el nivel de retroceso del 50% de Fibonacci, que, si se rompe de manera decisiva, podría exponer el nivel de retroceso del 61.8% de Fibonacci, alrededor de la región de 149.15.
Por el contrario, cualquier intento de recuperación podría ahora enfrentar una barrera inmediata cerca de la marca de 151.00. Un movimiento sostenido más allá podría elevar aún más el par USD/JPY, aunque es más probable que se mantenga limitado cerca de la barrera de confluencia de 151.65. Esta área comprende el punto de ruptura de la SMA de 200 horas y el nivel de retroceso del 23.6% de Fibonacci. Sin embargo, algunas compras de continuación anularían cualquier sesgo negativo a corto plazo y permitirían que los precios al contado recuperen la cifra redonda de 152.00 antes de subir más hacia el máximo semanal, alrededor de la región de 152.60.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.