El cruce EUR/JPY registra ganancias modestas cerca de 174.50 durante las horas de negociación europeas del miércoles. El Yen japonés (JPY) se debilita frente al Euro (EUR) después de que el último Índice de Gerentes de Compras (PMI) manufacturero de Japón de S&P Global cayera a su ritmo más rápido en seis meses en septiembre.
Además, las preocupaciones sobre la incertidumbre política en Japón antes de la elección de liderazgo del Partido Liberal Democrático (LDP) programada para el 4 de octubre podrían llevar al Banco de Japón (BoJ) a retrasar el aumento de las tasas de interés, lo que, a su vez, se considera que pesa sobre el JPY.
Técnicamente, la perspectiva constructiva del EUR/JPY sigue vigente, con el precio bien respaldado por encima de la clave media móvil exponencial (EMA) de 100 días en el marco temporal diario. El impulso alcista está reforzado por el Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días, que se sitúa por encima de la línea media cerca de 64.95. Esto sugiere que más alzas parecen favorables en el corto plazo.
En el lado positivo, la crucial barrera alcista emerge en la zona de 174.90-175.00, representando el límite superior de la Banda de Bollinger y un nivel psicológico. Un comercio sostenido por encima de este nivel podría ganar más impulso y apuntar a 175.43, el máximo del 17 de julio de 2024. Más al norte, el siguiente nivel de resistencia se observa en el nivel psicológico de 176.00.
A la baja, el nivel de soporte inicial para el EUR/JPY se encuentra en 173.48, el mínimo del 19 de septiembre. Cualquier venta adicional por debajo de este nivel podría ver una caída a 172.36, el mínimo del 11 de septiembre. El filtro adicional a la baja a tener en cuenta es 171.53, el límite inferior de la Banda de Bollinger.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.