El Yen japonés (JPY) se mueve a la baja durante la sesión asiática después de que una encuesta privada mostrara este miércoles que la actividad del sector manufacturero en Japón cayó a su ritmo más rápido en seis meses en septiembre. Los datos decepcionantes llegan en medio de preocupaciones sobre los vientos en contra económicos derivados de los aranceles de EE.UU., que, junto con la incertidumbre política interna, podrían dar al Banco de Japón (BoJ) más razones para retrasar un aumento adicional de las tasas de interés. Aparte de esto, la aparición de algunas compras de Dólar estadounidense (USD) ayuda al par USD/JPY a ganar algo de tracción positiva y romper una racha de dos días de pérdidas.
Mientras tanto, hubo dos miembros de la junta que votaron en contra de la decisión del BoJ la semana pasada de mantener las tasas de interés sin cambios, lo que subraya la creciente presión dentro del banco central para eliminar su masivo estímulo monetario. En contraste, la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) señaló que se seguirán dos recortes de tasas más durante el resto de este año después de reducir los costos de endeudamiento por primera vez desde diciembre la semana pasada. Esto podría actuar como un viento en contra para el USD, y las perspectivas divergentes de política entre el BoJ y la Fed podrían ayudar a limitar las pérdidas para el JPY de bajo rendimiento, justificando cierta cautela para los alcistas del USD/JPY.
El par USD/JPY, salvo algunos movimientos bruscos en cualquier dirección, ha estado operando en un rango familiar desde principios de agosto. Esto constituye la formación de un rectángulo, indicando una fase de consolidación. Además, los osciladores mayormente neutrales en el gráfico diario justifican la cautela antes de posicionarse para una dirección firme a corto plazo. Los precios al contado, mientras tanto, permanecen por debajo de la media móvil simple (SMA) de 200 días, y la falta de compras significativas más allá de la marca de 148.00 sugiere que el camino de menor resistencia para el par es a la baja.
Por lo tanto, cualquier movimiento posterior al alza probablemente enfrentará un obstáculo inmediato cerca de la cifra redonda de 148.00. Esto es seguido por la región de 148.35-148.40, o un máximo de dos semanas alcanzado el lunes, y la SMA de 200 días, alrededor de la zona de 148.55. Una fuerza sostenida más allá de esta última tiene el potencial de elevar el par USD/JPY a la marca de 149.00 en ruta hacia el máximo mensual, alrededor de la zona de 149.15.
Por otro lado, la debilidad por debajo del mínimo de la sesión asiática, alrededor de mediados de 147.00, podría encontrar algo de soporte cerca del mínimo posterior al BoJ del viernes pasado, alrededor de la zona de 147.20. Esto es seguido por la marca de 147.00, por debajo de la cual el par USD/JPY podría acelerar la caída hacia el soporte horizontal de 146.20. La trayectoria a la baja podría extenderse aún más hacia la región de 145.50-145.45, o el nivel más bajo desde el 7 de julio, que se tocó el miércoles pasado.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.