El Yen japonés (JPY) comienza la nueva semana con un tono más débil y parece vulnerable a prolongar su caída de retroceso desde el nivel más alto desde el 7 de julio, alcanzado frente a un Dólar estadounidense (USD) en general más fuerte el miércoles pasado. La reacción inicial del mercado a la decisión de mantener la postura de línea dura del Banco de Japón (BoJ) el viernes resultó ser efímera en medio de la incertidumbre sobre el probable momento y el ritmo de las subidas de tasas. Esto, junto con un tono generalmente positivo en los mercados de renta variable, socava al JPY como refugio seguro.
Mientras tanto, las expectativas de que el BoJ se mantenga en su camino de normalización de políticas marcan una divergencia significativa en comparación con la señal moderada de la Reserva Federal (Fed) de que se seguirían dos recortes de tasas más hasta el final de este año. Esto, a su vez, podría actuar como un viento en contra para el USD y ofrecer algo de soporte al JPY de menor rendimiento. Esto, a su vez, hace prudente esperar un seguimiento en las compras antes de realizar nuevas apuestas alcistas en torno al par USD/JPY y posicionarse para cualquier apreciación adicional.
Desde una perspectiva técnica, la aceptación por encima de la cifra redonda de 148.00 favorece a los alcistas del USD/JPY. Además, los osciladores en el gráfico diario han comenzado a ganar tracción positiva y respaldan el caso para una mayor apreciación. Dicho esto, cualquier movimiento posterior al alza es más probable que enfrente una fuerte resistencia cerca de la media móvil simple (SMA) de 200 días, actualmente situada cerca de la región de 148.60. Una fortaleza sostenida más allá de este nivel reafirmará el sesgo positivo y permitirá que los precios al contado suban más allá de la cifra redonda de 149.00, hacia la prueba del máximo mensual, alrededor de la zona de 149.20.
Por el contrario, la región de 147.70-147.65 podría ofrecer soporte inmediato, por debajo del cual el par USD/JPY podría acelerar la caída hacia la marca de 147.00. Una ruptura convincente por debajo de este último expondría el soporte horizontal de 146.20 antes de que los precios al contado extiendan la trayectoria descendente hacia la región de 145.50-145.45, o el nivel más bajo desde el 7 de julio, alcanzado el miércoles pasado.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.