El Dólar estadounidense rebotó frente al Franco suizo el jueves. Sin embargo, los intentos al alza han sido limitados por debajo de 1.3870, dejando al par en tierra de nadie antes de la publicación de las Solicitudes de Desempleo y los datos del Índice de Precios de Producción en EE.UU., que se publicarán más tarde hoy.
Se espera que las Solicitudes de Desempleo en EE.UU. hayan aumentado en 2.000 por tercera semana consecutiva, alcanzando 228.000 solicitudes. Estas cifras añaden evidencia de un mercado laboral en suavización y respaldan las opiniones sobre recortes de tasas de interés de la Fed en septiembre.
Sin embargo, el entusiasmo de los inversores podría estar limitado por los números del Índice de Precios de Producción en EE.UU., que se publicarán al mismo tiempo y se espera que hayan acelerado en julio. Se prevé que la inflación general sea del 0.2% en el mes y del 2.5% interanual, frente al 0% y 2.3% respectivamente en junio.
Asimismo, se espera que el IPC subyacente acelere un 0.2% en julio, tras un desempeño plano en junio, mientras que la inflación anual se prevé en 2.9%, frente al 2.6% del mes anterior. Los inversores son cautelosos ante un aumento mayor al esperado en los precios de producción, lo que podría oscurecer el recorte de la Fed en septiembre.
El Franco suizo, por otro lado, sigue en una posición débil. Los altos aranceles comerciales introducidos por el presidente estadounidense Trump y las cifras de inflación suaves vistas recientemente sugieren que el SNB podría verse obligado a recortar tasas en territorio negativo para apoyar el crecimiento económico.
Suiza es la novena economía más grande del continente europeo en términos de Producto Interno Bruto (PIB) nominal. Si se mide por el PIB per cápita (una medida amplia del nivel de vida promedio), el país se ubica entre los más altos del mundo, lo que significa que es uno de los países más ricos del mundo. Suiza tiende a estar en los primeros lugares de las clasificaciones mundiales sobre nivel de vida, índices de desarrollo, competitividad o innovación.
Suiza es una economía abierta y de libre mercado basada principalmente en el sector servicios. La economía suiza tiene un fuerte sector exportador y la vecina Unión Europea (UE) es su principal socio comercial. Suiza es un importante exportador de relojes y alberga importantes empresas de las industrias alimentaria, química y farmacéutica. El país está considerado un paraíso fiscal internacional, con tipos impositivos corporativos y sobre la renta significativamente bajos en comparación con sus vecinos europeos.
Como país de altos ingresos, la tasa de crecimiento de la economía suiza ha disminuido en las últimas décadas. Aun así, su estabilidad política y económica, sus altos niveles de educación, las empresas de primer nivel en varias industrias y su condición de paraíso fiscal la han convertido en un destino preferido para la inversión extranjera. Esto ha beneficiado en general al Franco suizo (CHF), que históricamente se ha mantenido relativamente fuerte frente a sus principales pares monetarios. En general, un buen desempeño de la economía suiza –basado en un alto crecimiento, bajo desempleo y precios estables– tiende a apreciar el CHF. Por el contrario, si los datos económicos apuntan a un debilitamiento del impulso, es probable que el CHF se deprecie.
Suiza no es un exportador de materias primas, por lo que, en general, los precios de las mismas no son un factor clave para el Franco suizo (CHF). Sin embargo, existe una ligera correlación con los precios del Oro y del petróleo. En el caso del Oro, la condición del CHF como activo refugio y el hecho de que la moneda solía estar respaldada por el metal precioso significa que ambos activos tienden a moverse en la misma dirección. En el caso del petróleo, un documento publicado por el Banco Nacional Suizo (SNB) sugiere que el aumento de los precios del petróleo podría influir negativamente en la valoración del CHF, ya que Suiza es un importador neto de combustible.