AUD/USD rebota por encima de 0.6500 mientras el recorte de tasas del RBA queda eclipsado por la debilidad del USD

• El Dólar australiano se recupera por encima de la marca de 0.6500, borrando pérdidas iniciales a medida que la debilidad del Dólar compensa el impacto de la reducción de tasas del Banco de la Reserva de Australia.
• El RBA recorta la tasa de interés en 25 puntos básicos al 3.60%, citando una inflación en descenso hacia el rango objetivo del 2-3% y condiciones más suaves en el mercado laboral.
• El IPC de EE.UU. de julio subió un 0.2% intermensual, coincidiendo con las previsiones, mientras que la tasa anual se mantuvo en 2.7%, ligeramente por debajo de las expectativas del 2.8%. El IPC subyacente aumentó un 0.3% intermensual y un 3.1% interanual, ambos por encima de las estimaciones.

El Dólar australiano (AUD) recupera terreno frente al Dólar estadounidense (USD) el martes, con la decisión de recorte de tasas del Banco de la Reserva de Australia (RBA) opacada por la debilidad general del Dólar tras cifras mixtas del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE.UU. En el momento de escribir, el par AUD/USD se negocia alrededor de 0.6530 durante las horas de negociación americanas.

Mientras tanto, el Dólar estadounidense también se ve afectado por el ruido político después de que el presidente Donald Trump dijera en Truth Social que está "considerando permitir una demanda importante contra el presidente de la Fed, Jerome Powell" e incluso sugirió que "demandaría a Powell por la construcción de edificios de la Fed." El Índice del Dólar estadounidense (DXY) amplió las pérdidas tras los comentarios, negociándose cerca de un mínimo de dos semanas alrededor de 98.00.

Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. mostraron que el IPC general subió un 0.2% intermensual en julio, coincidiendo con las expectativas y desacelerándose desde el aumento del 0.3% de junio. En términos anuales, los precios al consumidor se mantuvieron estables en 2.7%, ligeramente por debajo de las previsiones del 2.8%. En contraste, el IPC subyacente —que excluye los precios volátiles de alimentos y energía— aumentó un 0.3% intermensual, por encima del 0.2% esperado y del aumento del 0.2% de junio. La lectura anual subyacente subió al 3.1% desde el 3.0%, también superando las estimaciones del mercado.

Más temprano el martes, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) recortó la tasa de interés oficial en 25 puntos básicos al 3.60% en su reunión de agosto, la tercera reducción de este año y el nivel más bajo en dos años. La decisión fue unánime, con los responsables de la política citando una mayor moderación en la inflación hacia el rango objetivo del 2-3% y un leve debilitamiento en las condiciones del mercado laboral, ya que el desempleo subió al 4.3%.

La Gobernadora del RBA, Michele Bullock, reiteró que las decisiones de política futura seguirán dependiendo de los datos, mientras destaca las preocupaciones sobre el crecimiento de la productividad, que podría limitar el potencial económico a largo plazo. El banco también redujo sus pronósticos de crecimiento, proyectando que el PIB se expanda solo un 1.7% para fin de año.

En EE.UU., el informe del IPC reforzó las expectativas de que la Reserva Federal realizará un recorte de tasas en septiembre a pesar del aumento en la inflación subyacente. Según la herramienta CME FedWatch, los mercados están valorando una probabilidad del 94% de un recorte de 25 puntos básicos el próximo mes, frente al 84% de antes en el día.

De cara al futuro, la atención ahora se centra en las publicaciones de datos del jueves, con Australia lista para publicar su informe de empleo de julio, que incluye el empleo a tiempo completo y parcial, la tasa de participación y la tasa de desempleo, para obtener nuevas pistas sobre la salud del mercado laboral. Más tarde en el día, EE.UU. publicará sus solicitudes semanales de subsidio por desempleo junto con las lecturas del Índice de Precios de Producción (IPP), ofreciendo más información sobre las condiciones del mercado laboral y las presiones de precios subyacentes, que podrían influir en las expectativas para la decisión de política de septiembre de la Reserva Federal.