La Libra está sufriendo pérdidas por tercer día consecutivo frente al Yen japonés, en camino a una caída del 0,65% esta semana. El mercado averso al riesgo el día que Trump firmó la orden ejecutiva para los aranceles comerciales y la revisión a la baja de la actividad manufacturera del Reino Unido están castigando al Estérlina.
La actividad empresarial en el sector manufacturero del Reino Unido se contrajo más de lo que se pensaba anteriormente, según la publicación final de la lectura del PMI Global de S&P, que fue revisada a la baja a 48.0 desde la lectura previamente estimada de 48.2.
Estas cifras siguen a los decepcionantes números de consumo minorista y empleo publicados la semana pasada y refuerzan el caso para un mayor alivio por parte del BoE tras la reunión de la próxima semana, añadiendo presión bajista sobre la Libra.
El Yen, por otro lado, está siendo apoyado por una mayor demanda de activos seguros a medida que el sentimiento del mercado se desplomó tras el anuncio de Trump sobre nuevos aranceles comerciales, que finalmente entrarán en vigor el 7 de agosto.
Más temprano el viernes, el Ministro de Finanzas de Japón, Katsunobu Kato, expresó las preocupaciones de las autoridades sobre la reciente depreciación del Yen. Estos comentarios han desencadenado especulaciones de que el Banco de Japón podría intervenir en caso de una mayor caída del JPY, lo que está manteniendo a los vendedores de Yen a raya el viernes.
Aunque los aranceles y los impuestos generan ingresos gubernamentales para financiar bienes y servicios públicos, tienen varias distinciones. Los aranceles se pagan por adelantado en el puerto de entrada, mientras que los impuestos se pagan en el momento de la compra. Los impuestos se imponen a los contribuyentes individuales y a las empresas, mientras que los aranceles son pagados por los importadores.
Existen dos escuelas de pensamiento entre los economistas respecto al uso de aranceles. Mientras que algunos argumentan que los aranceles son necesarios para proteger las industrias nacionales y abordar los desequilibrios comerciales, otros los ven como una herramienta perjudicial que podría potencialmente aumentar los precios a largo plazo y llevar a una guerra comercial dañina al fomentar aranceles recíprocos.
Durante la campaña electoral para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, Donald Trump dejó claro que tiene la intención de utilizar aranceles para apoyar la economía de EE.UU. y a los productores estadounidenses. En 2024, México, China y Canadá representaron el 42% del total de las importaciones de EE.UU. En este período, México se destacó como el principal exportador con 466.600 millones de dólares, según la Oficina del Censo de EE.UU. Por lo tanto, Trump quiere centrarse en estas tres naciones al imponer aranceles. También planea utilizar los ingresos generados a través de los aranceles para reducir los impuestos sobre la renta personal.