El cruce EUR/GBP avanza el jueves, rompiendo una racha de tres días de pérdidas y rebotando desde el mínimo de siete semanas alcanzado el miércoles. La recuperación se produce a pesar de la debilidad general en el Euro y la Libra esterlina frente al Dólar estadounidense (USD), con el Euro ganando terreno a medida que crecen las expectativas de que el Banco de Inglaterra (BoE) recortará las tasas de interés en su próxima reunión de política monetaria el 7 de agosto.
En el momento de escribir, el cruce EUR/GBP se sitúa alrededor de 0.8647 durante las horas de negociación estadounidenses, habiendo borrado todas sus pérdidas de la sesión anterior. El par ha subido aproximadamente un 0.35% en el día, mientras que la Libra esterlina opera bajo presión frente a sus principales pares, mientras que el Euro encuentra un modesto apoyo a pesar de enfrentar una persistente presión por la incertidumbre en torno al recientemente anunciado acuerdo comercial entre EE.UU. y la UE.
Más temprano el jueves, los datos preliminares de inflación de Alemania enviaron una señal mixta a los mercados. Según Destatis, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0.3% intermensual en julio, ligeramente por encima del 0.2% previsto y una mejora respecto a la lectura plana de junio. En términos anuales, el IPC se mantuvo estable en 2.0%, en línea con las expectativas. Mientras tanto, el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IAPC) —el indicador preferido del Banco Central Europeo (BCE)— aumentó un 0.4% intermensual, coincidiendo con las previsiones y acelerándose desde el 0.1% registrado en junio. Sin embargo, el IAPC anual se suavizó ligeramente al 1.8% desde el 1.9%, cayendo por debajo del objetivo del 2% del BCE y del consenso del mercado.
Por separado, Eurostat informó que la Tasa de Desempleo de la Eurozona bajó al 6.2% en junio, mejor que el 6.3% esperado. La cifra del mes anterior también se revisó a la baja a 6.2%, destacando la continua resiliencia en el mercado laboral de la región a pesar de los vientos en contra macroeconómicos más amplios.
Las expectativas de que el BoE recortará las tasas de interés en la próxima reunión de política monetaria del 7 de agosto han aumentado, con la valoración del mercado ahora reflejando una alta probabilidad de que el BoE reduzca su tasa de referencia del 4.25% al 4.00%, en medio de crecientes señales de debilidad económica. Las cifras recientes del PIB del Reino Unido mostraron contracciones mensuales consecutivas, alimentando las preocupaciones sobre una posible recesión. Además, los datos del mercado laboral que se suavizan —incluyendo la caída de las nóminas, el aumento del desempleo y el enfriamiento del crecimiento salarial— han reforzado la opinión de que el banco central puede necesitar actuar más pronto que tarde.
De cara al futuro, la atención del mercado se trasladará a los datos preliminares de inflación de la Eurozona para julio, que se publicarán el viernes. Una cifra más fuerte de lo esperado podría ofrecer algo de apoyo al Euro, mientras que cifras más débiles podrían reforzar una postura cautelosa del Banco Central Europeo (BCE) en medio de las persistentes preocupaciones sobre el crecimiento en el bloque.
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.