Por Greta Rosen Fondahn y Maria Martinez
ESTOCOLMO, 29 jul (Reuters) - Autoridades estadounidenses y chinas concluyeron el martes en Estocolmo un segundo día de conversaciones para resolver antiguas disputas económicas y dar un paso atrás en la escalada de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Aunque no se anunciaron avances significativos, el principal negociador comercial de China, Li Chenggang, dijo que ambas partes acordaron impulsar una prórroga de la tregua arancelaria de 90 días alcanzada a mediados de mayo, sin especificar cuándo y por cuánto tiempo podría entrar en vigor dicha prórroga.
Las conversaciones podrían allanar el camino para una posible reunión entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su par chino, Xi Jinping, más adelante en el año, aunque el republicano negó el martes haber hecho todo lo posible para buscarla.
Tras meses de amenazar con imponer aranceles elevados a sus socios comerciales, Trump ha conseguido acuerdos con la Unión Europea, Japón y otros países, pero la potente economía de China y su control sobre los flujos mundiales de tierras raras hacen que estas conversaciones sean especialmente complejas.
En mayo, ambas partes dieron marcha atrás en la imposición de aranceles de tres dígitos entre sí, lo que habría supuesto un embargo comercial bilateral. Sin embargo, las cadenas de suministro mundiales y los mercados financieros podrían enfrentarse a una nueva crisis si no se llega a un acuerdo.
Subrayando lo que está en juego, el Fondo Monetario Internacional elevó el martes su previsión de crecimiento mundial, pero señaló como un riesgo importante la posibilidad de un repunte de los aranceles.
El Financial Times informó el lunes que Estados Unidos había suspendido las restricciones a las exportaciones tecnológicas a China para evitar interrumpir las conversaciones comerciales con Pekín y apoyar los esfuerzos de Trump por conseguir una reunión con Xi este año.
Trump rechazó las insinuaciones de que estaba buscando una reunión con Xi. "Eso no es correcto, ¡no estoy BUSCANDO nada! Puede que vaya a China, pero sólo por invitación del presidente Xi, que ya ha sido extendida. De lo contrario, ¡ningún interés!", escribió en Truth Social.
Mientras tanto, en Washington, senadores estadounidenses de los dos principales partidos planean presentar esta semana proyectos de ley dirigidos contra China por su trato a los grupos minoritarios, los disidentes y Taiwán, haciendo hincapié en la seguridad y los derechos humanos, lo que podría complicar las conversaciones de Estocolmo.
El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, también va a retrasar un viaje en agosto que su equipo había propuesto al Gobierno de Trump y que habría incluido paradas en Estados Unidos, dijeron el lunes a Reuters fuentes familiarizadas con el asunto.
La posible visita habría enfurecido a Pekín y posiblemente habría hecho descarrilar las conversaciones comerciales. China reclama Taiwán como territorio propio, una postura que Taiwán rechaza, y denuncia cualquier muestra de apoyo a Taipéi por parte de Washington.
Entre las cuestiones económicas más generales, Washington se queja de que el modelo chino, dirigido por el Estado e impulsado por las exportaciones, está inundando los mercados mundiales con productos baratos, mientras que Pekín afirma que los controles estadounidenses de seguridad nacional sobre las exportaciones de productos tecnológicos pretenden frenar el crecimiento chino.