El cruce GBP/JPY se debilita a cerca de 195.65 durante la sesión europea temprana del martes. La Libra esterlina (GBP) sigue débil frente al Yen japonés (JPY) tras los datos de empleo del Reino Unido. Los operadores mantendrán un ojo en los datos mensuales del Producto Interior Bruto (PIB) del Reino Unido para abril, que se publicarán el jueves.
Los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido el martes mostraron que la tasa de desempleo ILO del país aumentó a 4.6% en los tres meses hasta abril frente al 4.5% anterior. Esta cifra estuvo en línea con las expectativas del 4.6% durante el periodo informado.
Mientras tanto, el cambio en el número de solicitantes aumentó en 33.1K en mayo frente a -21.2K anterior (revisado desde 5.2K), por debajo del consenso de 9.5K. La GBP atrae a algunos vendedores en una reacción inmediata al informe de empleo más débil del Reino Unido.
El PIB de Japón se contrajo a una tasa anual del 0.2% en el primer trimestre, en comparación con la estimación inicial de una caída del 0.7%, mostró la Oficina del Gabinete de Japón el lunes. Una revisión al alza del PIB del primer trimestre de Japón ha reafirmado las apuestas de aumento de tasas del Banco de Japón (BoJ) y podría apuntalar al JPY.
El gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, dijo el martes que el banco central elevará las tasas de interés si tiene suficiente confianza en que la inflación subyacente está cerca o se mueve alrededor del 2%. El banco central japonés está listo para celebrar una reunión de política de dos días la próxima semana.
Las condiciones del mercado laboral son un elemento clave para evaluar la salud de una economía y, por lo tanto, un factor clave para la valoración de las divisas. Un alto nivel de empleo, o un bajo nivel de desempleo, tiene implicaciones positivas para el gasto de los consumidores y, por tanto, para el crecimiento económico, lo que impulsa el valor de la moneda local. Por otra parte, un mercado laboral muy ajustado -situación en la que hay escasez de trabajadores para cubrir los puestos vacantes- también puede tener implicaciones en los niveles de inflación y, por tanto, en la política monetaria, ya que una oferta de mano de obra baja y una demanda alta conducen a unos salarios más altos.
El ritmo al que crecen los salarios en una economía es clave para los responsables políticos. Un crecimiento salarial elevado significa que los hogares disponen de más dinero para gastar, lo que suele traducirse en subidas de precios de los bienes de consumo. A diferencia de otras fuentes de inflación más volátiles, como los precios de la energía, el crecimiento salarial se considera un componente clave de la inflación subyacente y persistente, ya que es improbable que los aumentos salariales se deshagan. Los bancos centrales de todo el mundo prestan mucha atención a los datos de crecimiento salarial a la hora de decidir su política monetaria.
El peso que cada banco central asigna a las condiciones del mercado laboral depende de sus objetivos. Algunos bancos centrales tienen mandatos explícitamente relacionados con el mercado laboral más allá de controlar los niveles de inflación. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), por ejemplo, tiene el doble mandato de promover el máximo empleo y unos precios estables. Mientras tanto, el único mandato del Banco Central Europeo (BCE) es mantener la inflación bajo control. Aún así, y a pesar de los mandatos que tengan, las condiciones del mercado laboral son un factor importante para las autoridades dada su importancia como indicador de la salud de la economía y su relación directa con la inflación.