El NZD/USD continúa su racha de pérdidas por cuarta sesión consecutiva, cotizando alrededor de 0.5720 durante las horas asiáticas del miércoles. Los operadores se mantienen cautelosos ante el informe de confianza del consumidor de febrero de Nueva Zelanda que se publicará el viernes, mientras que se espera la lectura oficial del PMI de su socio comercial clave, China, para el fin de semana.
El enfoque del mercado se mantiene en las perspectivas de tasas de interés tras el reciente recorte de tasas del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ). Los sólidos datos de ventas minoristas reforzaron las expectativas de un ritmo más lento de recortes de tasas, apoyando la opinión del RBNZ de que las futuras reducciones probablemente serían menores y que el ciclo de relajación estaba cerca de su fin.
La atención también se centra en posibles actualizaciones del Ministerio de Comercio de China sobre las conversaciones entre el Vice Ministro de Comercio de China y los líderes empresariales estadounidenses respecto a los aranceles. Un informe de Bloomberg el martes reveló que la administración Trump planea endurecer los controles de exportación de chips a China, un socio comercial clave para Nueva Zelanda. Se informa que EE.UU. está considerando restricciones más estrictas sobre las exportaciones de chips de Nvidia y limitaciones adicionales a empresas chinas como SMIC y CXMT.
El par NZD/USD lucha en medio de un aumento del sentimiento de riesgo después de que el presidente estadounidense Donald Trump afirmara a última hora del lunes que los amplios aranceles de EE.UU. sobre las importaciones de Canadá y México "seguirán adelante" después de que finalice el actual retraso de un mes la próxima semana. Trump afirmó que EE.UU. "ha sido aprovechado" por países extranjeros y reafirmó su intención de imponer lo que se denominan aranceles recíprocos.
El sentimiento de los inversores hacia Nueva Zelanda sigue bajo presión, dada la dependencia de la economía de las exportaciones de recursos y su sensibilidad a los riesgos de una guerra comercial global.
Aunque los aranceles y los impuestos generan ingresos gubernamentales para financiar bienes y servicios públicos, tienen varias distinciones. Los aranceles se pagan por adelantado en el puerto de entrada, mientras que los impuestos se pagan en el momento de la compra. Los impuestos se imponen a los contribuyentes individuales y a las empresas, mientras que los aranceles son pagados por los importadores.
Existen dos escuelas de pensamiento entre los economistas respecto al uso de aranceles. Mientras que algunos argumentan que los aranceles son necesarios para proteger las industrias nacionales y abordar los desequilibrios comerciales, otros los ven como una herramienta perjudicial que podría potencialmente aumentar los precios a largo plazo y llevar a una guerra comercial dañina al fomentar aranceles recíprocos.
Durante la campaña electoral para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, Donald Trump dejó claro que tiene la intención de utilizar aranceles para apoyar la economía de EE.UU. y a los productores estadounidenses. En 2024, México, China y Canadá representaron el 42% del total de las importaciones de EE.UU. En este período, México se destacó como el principal exportador con 466.600 millones de dólares, según la Oficina del Censo de EE.UU. Por lo tanto, Trump quiere centrarse en estas tres naciones al imponer aranceles. También planea utilizar los ingresos generados a través de los aranceles para reducir los impuestos sobre la renta personal.