El USD/JPY se mantiene estable después de registrar pérdidas en la sesión anterior, cotizando en torno a 152.60 durante las horas asiáticas del viernes. El par enfrentó desafíos tras la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de posponer la implementación de aranceles recíprocos. Además, el Dólar estadounidense (USD) se debilita en medio de la caída de los rendimientos estadounidenses a lo largo de la curva, a pesar de las preocupaciones en curso sobre una guerra comercial global. Los inversores ahora esperan la publicación de los datos de ventas minoristas de EE.UU. más tarde en el día.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el valor del Dólar estadounidense frente a seis monedas principales, extiende sus pérdidas por cuarta sesión consecutiva. El DXY cotiza en torno a 107.00 con rendimientos de 2 y 10 años de los bonos del Tesoro estadounidense situándose en 4.31% y 4.53%, respectivamente, al momento de escribir.
La inflación del IPP subyacente en Estados Unidos (EE.UU.) subió al 3.6% interanual en enero, superando el 3.3% esperado pero ligeramente por debajo del 3.7% revisado (anteriormente reportado como 3.5%). Esto ha reforzado las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) retrasará los recortes de tasas hasta la segunda mitad del año. Además, la inflación persistentemente alta podría seguir apoyando la perspectiva de que la Fed mantenga las tasas de interés en 4.25%-4.50% durante un período prolongado.
El viernes, el Ministro de Economía de Japón, Ryosei Akazawa, declaró que las autoridades responderán adecuadamente a los aranceles recíprocos de EE.UU. Akazawa también afirmó que el débil Yen japonés (JPY) tiene una variedad de impactos en la economía real de Japón.
El Yen japonés (JPY) ganó soporte tras la publicación del jueves de datos del Índice de Precios de Producción (IPP) de Japón, que fueron más fuertes de lo esperado, reforzando las expectativas de nuevas subidas de tasas por parte del Banco de Japón (BoJ). Los datos destacan las crecientes presiones inflacionarias en Japón, apoyadas además por las recientes cifras de crecimiento salarial, fortaleciendo el caso para nuevas subidas de tasas del BoJ.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.