El Yen japonés (JPY) se mantiene al alza frente a su contraparte estadounidense por segundo día consecutivo el martes y arrastra al par USD/JPY lejos de su nivel más alto desde el 16 de agosto, alcanzado el día anterior. Los comentarios nocturnos de los funcionarios japoneses reavivaron los temores de intervención y resultaron ser un factor clave que apuntaló al JPY. Esto, junto con el riesgo de una mayor escalada de las tensiones geopolíticas en el Medio Oriente, impulsa algunos flujos de refugio hacia el JPY.
Dicho esto, la disminución de las probabilidades de otra subida de tasas por parte del Banco de Japón (BoJ) en 2024 podría frenar a los alcistas del JPY a la hora de abrir apuestas agresivas. Mientras tanto, el optimista informe de empleo de EE.UU. del viernes obligó a los inversores a reducir las expectativas de otro recorte de tasas de interés de gran tamaño por parte de la Reserva Federal (Fed) en noviembre, lo que permite al Dólar estadounidense (USD) mantenerse firme cerca de un máximo de siete semanas. Esto, a su vez, podría seguir ofreciendo cierto soporte al par USD/JPY y limitar cualquier caída adicional.
Desde una perspectiva técnica, la ruptura de la semana pasada por encima de la media móvil simple (SMA) de 50 días, por primera vez desde mediados de julio, y el movimiento subsiguiente más allá del nivel de retroceso de Fibonacci del 38.2% de la caída de julio a septiembre se vieron como nuevos desencadenantes para los alcistas. Además, los osciladores en el gráfico diario han estado ganando tracción positiva y sugieren que el camino de menor resistencia para el par USD/JPY es al alza. Por lo tanto, cualquier caída adicional aún podría verse como una oportunidad de compra y es más probable que se mantenga amortiguada cerca de la marca de 147.00, que ahora debería actuar como un punto pivotal clave.
Por otro lado, un movimiento sostenido por encima de la marca de 148.00 podría provocar algunas compras técnicas y elevar al par USD/JPY a la zona de resistencia de 148.70 en ruta hacia la cifra redonda de 149.00. Algunas compras de seguimiento más allá del máximo semanal, alrededor de la región de 149.10-149.15, reafirmarán la perspectiva positiva y permitirán a los alcistas reclamar la marca psicológica de 150.00.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.