El cruce GBP/JPY recupera algo de terreno perdido cerca de 205,70, rompiendo la racha de tres días de pérdidas durante la sesión europea temprana del martes. El alza del cruce podría estar limitada ya que una posible intervención adicional en el mercado de divisas (FX) por parte del Banco de Japón (BoJ) podría evitar que el JPY se deprecie.
Según el gráfico de 4 horas, la perspectiva alcista del cruce se mantiene intacta ya que se mantiene por encima de la media móvil exponencial (EMA) clave de 100 periodos. Sin embargo, no se puede descartar una mayor consolidación ya que el Índice de Fuerza Relativa (RSI) se sitúa alrededor de la línea media de 50, lo que indica el momentum neutral del cruce.
La primera barrera alcista para el GBP/JPY surgirá en 206,35, un máximo del 12 de julio. Las ganancias extendidas verán un repunte a 206,67, un máximo del 8 de julio. Cualquier compra de seguimiento por encima de este nivel allanará el camino hacia la región de 207,60–207,70, representando el límite superior de la Banda de Bollinger y un máximo del 10 de julio.
A la baja, la EMA de 100 periodos en 205,60 actúa como nivel de soporte inicial para el cruce. Una ruptura de este nivel verá una caída a 203,50. Más al sur, el siguiente nivel de contención se ve en el nivel psicológico de 203,00.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d.C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de divisas más negociada del mundo, con un 12% de todas las transacciones y una media de 630.000 millones de dólares al día, según datos de 2022.
Sus pares de divisas clave son el GBP/USD, también conocido como "Cable", que representa el 11% del mercado de divisas, el GBP/JPY, o el "Dragón", como lo conocen los operadores (3%), y el EUR/GBP (2%). La libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria que decide el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en la consecución de su objetivo principal de "estabilidad de precios", es decir, una tasa de inflación estable en torno al 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés.
Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intenta contenerla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para particulares y empresas. Esto suele ser positivo para el GBP, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales aparquen su dinero.
Cuando la inflación es demasiado baja, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando. En este escenario, el BoE considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas pidan más prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados calibran la salud de la economía y pueden influir en el valor de la Libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI manufactureros y de servicios, y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Una economía fuerte es buena para la Libra esterlina. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede animar al Banco de Inglaterra a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente a la Libra esterlina. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que la libra esterlina caiga.
Otro dato significativo para la libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un periodo determinado.
Si un país produce exportaciones muy solicitadas, su divisa se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que desean adquirir estos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa para una balanza negativa.