
Por Philip Blenkinsop
ESTRASBURGO, 16 dic (Reuters) - La Comisión Europea desveló un plan (link) el martes para eliminar la prohibición efectiva de la UE sobre nuevos coches con motor de combustión a partir de 2035 después de la presión del sector del automóvil de la región (link), marcando el mayor retroceso del bloque de sus políticas verdes en los últimos años.
La medida, que aún debe ser aprobada por los gobiernos de la UE y el Parlamento Europeo, permitiría seguir vendiendo algunos vehículos no eléctricos. Los fabricantes de automóviles de Alemania (link) y de Italia (link), ambas potencias industriales regionales, habían solicitado una flexibilización de las normas.
El Ejecutivo comunitario parece haber cedido a las peticiones de los fabricantes de automóviles para seguir vendiendo híbridos enchufables y extensores de autonomía que queman combustible, en su lucha por competir con Tesla TSLA.O y los fabricantes chinos de vehículos eléctricos.
"Abrir el mercado a los vehículos con motor de combustión compensando las emisiones es pragmático y acorde con las condiciones del mercado", dijo el alemán Volkswagen VOWG.DE, el mayor fabricante de automóviles de Europa por volumen.
Añadió que la propuesta de nuevos objetivos de CO2 era "económicamente sólida en su conjunto", y alabó el apoyo a los pequeños vehículos eléctricos y a unos objetivos más flexibles para 2030.
Dominic Phinn, responsable de transportes de la organización sin ánimo de lucro Climate Group, rebatió que las medidas suponían una "trágica victoria" de la industria tradicional frente a los coches eléctricos.
"El debilitamiento de la eliminación progresiva de los motores de gasolina y diésel va en contra de las empresas líderes de toda Europa, que están invirtiendo miles de millones en flotas eléctricas y necesitan desesperadamente la estabilidad que proporciona", afirmó.
Según la propuesta del martes, los objetivos de la UE pasarían a ser una reducción del 90% de las emisiones de CO2 a partir de los niveles de 2021, en lugar de las normas actuales que obligan a que todos los coches y furgonetas nuevos a partir de 2035 tengan emisiones cero.
Los fabricantes tendrían que compensar las emisiones restantes utilizando acero con menos carbono fabricado en la UE y combustibles electrónicos sintéticos o biocombustibles no alimentarios, como residuos agrícolas y aceite de cocina usado. El plan también concede a los fabricantes de automóviles un plazo de tres años, de 2030 a 2032, para reducir las emisiones de CO2 de los automóviles en un 55% respecto a los niveles de 2021, mientras que el objetivo de 2030 para las furgonetas se reduciría del 50% al 40%.
RETROCESO CLIMÁTICO DE LA UE MIENTRAS FORD ABANDONA LOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
La medida de la UE se produce después de que el fabricante de automóviles estadounidense Ford Motor F.N anunciara el lunes (link) una amortización de 19.500 millones de dólares al eliminar varios modelos de vehículos eléctricos, en respuesta a las políticas de la administración Trump y al debilitamiento de la demanda de vehículos eléctricos en Estados Unidos.
La correduría Jefferies, sin embargo, dijo que el panorama de la UE era más complejo incluso si hubiera un "reinicio" global para los EV.
"La realidad es más matizada: es probable que veamos un cambio de un corte limpio, todo o nada, a un sistema de cumplimiento más flexible, marcando un punto de inflexión en la historia de transición de Europa", dijo.
"Está claro que el sector automovilístico mundial está entrando en un momento de reajuste y no en una línea recta hacia la electrificación"
Los fabricantes europeos de automóviles, entre ellos Volkswagen y Stellantis STLAM.MI, propietaria de Fiat, también han señalado la escasa demanda de vehículos eléctricos y han instado a flexibilizar los objetivos y reducir las multas en caso de incumplimiento. El grupo de presión automovilístico ACEA calificó el momento de "mediodía alto" para el sector.
Los fabricantes alemanes se encuentran en una situación especialmente difícil, ya que pierden terreno en China frente a sus rivales locales y se enfrentan a la creciente competencia de las importaciones chinas de vehículos eléctricos. Los aranceles de la UE (link) sobre los vehículos eléctricos fabricados en China sólo han supuesto un alivio limitado.
Hildegard Müller, Presidenta de la Asociación Alemana de Fabricantes de Automóviles (VDA), dijo que las medidas no iban lo suficientemente lejos como para apoyar a la industria e imponer nuevos requisitos a los fabricantes de automóviles en términos de acero ecológico y combustibles renovables.
"La UE había prometido examinar las realidades, analizarlas y, sobre esa base, introducir flexibilidad y ajustes. Eso no ha ocurrido: Bruselas ha decepcionado con su borrador de propuesta", dijo.
"En tiempos de creciente competencia internacional, en tiempos en los que el poder económico europeo es crucial, este paquete global de Bruselas es fatal"
LA UE, A LA ZAGA DE CHINA EN LA CARRERA DE LOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
El sector de los vehículos eléctricos advirtió de que la flexibilización de los objetivos de emisiones podría socavar la inversión (link), incluso en infraestructuras de recarga críticas, y dejar a Europa aún más rezagada respecto a China en el cambio hacia una conducción más limpia.
"Pasar de un objetivo claro del 100% de cero emisiones al 90% puede parecer poco, pero si damos marcha atrás ahora, no sólo perjudicaremos al clima. Dañaremos la capacidad de Europa para competir", afirmó Michael Lohscheller, Consejero Delegado del fabricante sueco de vehículos eléctricos Polestar.
Por su parte, William Todts, director ejecutivo del grupo de defensa del transporte limpio T&E, afirmó que la UE está ganando tiempo mientras China se adelanta a toda velocidad.
"Aferrarse a los motores de combustión no hará que los fabricantes de automóviles europeos vuelvan a ser grandes", afirmó.
La Comisión también esbozó planes para impulsar el uso de vehículos eléctricos en las flotas de empresas, que representan alrededor del 60% de las ventas de coches nuevos en Europa. Los objetivos nacionales para 2030 y 2035 se fijarán en función del PIB per cápita y los países decidirán cómo alcanzarlos.
Los grupos del sector han citado como modelo las exenciones fiscales aplicadas en Bélgica a los vehículos eléctricos de empresa.
La Comisión propuso además crear una nueva categoría reguladora para los vehículos eléctricos pequeños, sujetos a normas menos estrictas y con derecho a créditos adicionales para los objetivos de CO2 si se fabrican en la UE.