
El RBA mantuvo la tasa de efectivo sin cambios en el 3.60% en su reunión del 4 de noviembre. La gobernadora Bullock fue poco entusiasta sobre un mayor alivio de la política en medio de la incertidumbre económica prevaleciente. Un deterioro abrupto en el mercado laboral que requiera un mayor alivio monetario sigue siendo el riesgo clave, informa Nicholas Chia, estratega de FX y macro de Standard Chartered.
"El Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantuvo la tasa de efectivo sin cambios en el 3.60% en una decisión unánime, en línea con nuestras expectativas y las del mercado. La declaración de política fue un poco más hawkish, con el RBA indicando que "hay un poco más de presión inflacionaria en la economía de lo que se pensaba anteriormente". A pesar del reciente aumento en la tasa de desempleo, el banco central aún piensa que el mercado laboral está un poco ajustado, evidenciado por las vacantes elevadas y las encuestas de contacto que indican que las empresas tienen dificultades para encontrar trabajadores. La previsión de crecimiento de este año se revisó al alza, mientras que la de 2026 se redujo ligeramente para reflejar los vientos en contra externos al crecimiento debido a los aranceles."
"En la conferencia de prensa, la gobernadora Bullock fue poco entusiasta sobre más recortes de tasas en medio de la incertidumbre económica prevaleciente. No descartó más recortes de tasas en 2026, pero también mantuvo abierta la opción de aumentar las tasas si surge la necesidad. Bullock piensa que hay más estabilidad en el mercado laboral de lo que implica el aumento en la tasa de desempleo, aunque sigue alerta a cualquier sorpresa negativa en el empleo. Los 75 puntos básicos de recortes de tasas hasta la fecha aún no han surtido efecto completo en la economía, y Bullock advirtió que el banco central estará atento a cualquier riesgo de que la demanda agregada supere a la oferta."
"La reunión del RBA de hoy nos da más convicción en una pausa prolongada por parte del banco central. Un deterioro abrupto en el mercado laboral, que ejercería presión a la baja sobre la inflación del IPC y permitiría al RBA aliviar la política de manera más agresiva, es un riesgo clave. Por otro lado, puede ser que el alivio de los bancos centrales globales, las condiciones financieras más laxas, el aumento del gasto público y una mayor certeza sobre los aranceles mantengan la economía global en equilibrio, con efectos positivos en la economía australiana. Dicho esto, dudamos que el RBA esté contemplando aumentos de tasas en el corto plazo."