El Gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Andrew Bailey, presenta el Informe de Política Monetaria y responde a preguntas de la prensa tras decidir reducir la tasa de política en 25 puntos básicos en la reunión de agosto.
"Las presiones salariales y de precios domésticas han continuado, en general, disminuyendo."
"Es importante que no reduzcamos la tasa bancaria demasiado rápido o demasiado."
"Hay buenas razones para no esperar que el aumento de la inflación general persista."
"Deberíamos esperar que la normalización gradual del crecimiento salarial se traduzca en una menor inflación de precios de servicios."
"El riesgo de que los recientes aumentos de precios puedan generar más inflación ha cobrado mayor relevancia."
"Debemos tener mucho cuidado de que los precios más altos de los alimentos y la energía no conduzcan a efectos de segunda ronda en la fijación de salarios o precios."
"Los consumidores han sido más cautelosos de lo que esperábamos."
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.