"Un cambio importante en los arreglos comerciales globales podría perjudicar la estabilidad financiera al deprimir el crecimiento," dijo el Comité de Política Financiera del Banco de Inglaterra en un comunicado tras su reunión de dos días.
"Los riesgos vinculados a las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda, incluidos los fuertes aumentos en los rendimientos, podrían cristalizar rápidamente, particularmente si van acompañados de rápidas salidas de capital."
"La probabilidad de eventos adversos y la posible gravedad del impacto han aumentado tras la caída en los precios de los activos de riesgo."
"Se monitorizará el apalancamiento y la concentración en los mercados centrales y las estrategias comerciales que podrían amplificar el estrés."
"Los riesgos globales son particularmente relevantes para la estabilidad financiera del Reino Unido."
"Los desarrollos globales plantean riesgos adicionales, especialmente para algunos prestatarios corporativos altamente apalancados."
"Normas de regulación robustas apoyan el crecimiento económico."
"Una mayor reducción en la cooperación global podría disminuir la resiliencia."
"Los bancos del Reino Unido pueden apoyar la economía si las condiciones empeoran sustancialmente más de lo esperado."
"La tasa del colchón de capital contracíclico se mantiene en el 2%."
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.