Por Ruma Paul, Uditha Jayasinghe y Dhwani Pandya
DHAKA/COLOMBO/MUMBAI, 3 abr (Reuters) - El exportador de ropa de Bangladés Shahidullah Azim se despertó el jueves con la sorpresa de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había impuesto un arancel del 37% (link) a las exportaciones de su país, poniendo en peligro un centro de confección que ya se tambaleaba por la agitación política interna.
"Sabíamos que algo se avecinaba, pero nunca esperamos que fuera tan drástico (...). Es terrible para nuestro negocio y para miles de trabajadores", declaró Azim, entre cuyos clientes figuran minoristas norteamericanos y europeos.
Los proveedores de la industria de la confección de Bangladés, que cuenta entre sus clientes a Gap Inc GAP.N y la matriz de Vans, VF Corp VFC.N, dijeron a Reuters que comenzaron a buscar apoyo gubernamental horas después del relámpago de Trump.
Algunas empresas en el empobrecido país del sur de Asia están presionando a los funcionarios del gobierno para que negocien más sobre los aranceles con Estados Unidos para evitar que los compradores extranjeros se escapen para ahorrar costos.
La industria de la confección tiene una importancia existencial para la economía de Bangladés, ya que representa más del 80% de los ingresos totales por exportaciones, da empleo a 4 millones de personas y contribuye aproximadamente en un 10% a su PIB anual.
El aluvión arancelario mundial de Trump supone el último y más duro golpe para la industria.
El año pasado, la producción de prendas de vestir se vio interrumpida (link) por las violentas protestas que derrocaron al primer ministro Sheikh Hasina en agosto, poniendo en duda el potencial a largo plazo de un mercado muy codiciado por las marcas de moda occidentales.
Azim declaró que su empresa, que emplea a 3.200 trabajadores, se preparaba para la cancelación de pedidos, ya que el aumento de los costes para los compradores podría suponer el fin de la ventaja competitiva de Bangladés.
Un representante de la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Prendas de Punto de Bangladés, que apoya a más de 2.500 fábricas, dijo a Reuters que se dirigió al Gobierno el jueves en busca de apoyo contra el golpe arancelario, y los funcionarios dijeron que el asunto estaba siendo considerado seriamente.
Shafiqul Alam, secretario de prensa del gobierno interino, afirmó en un comunicado que Estados Unidos era un "amigo cercano" y el mayor destino de las exportaciones de Bangladés. Afirmó que Dhaka ha estado trabajando con Washington en asuntos comerciales, y espera que esas conversaciones "ayuden a abordar la cuestión arancelaria".
¿VENTAJA PARA INDIA?
En cierto modo, la pérdida de Bangladés es la ganancia de su vecina India.
Anwar-ul-Alam Chowdhury, del fabricante de ropa Evince, teme que India, que había estado recibiendo más consultas de proveedores estadounidenses desde la crisis política del año pasado en Bangladés, se beneficie ahora aún más al enfrentarse a un arancel de Trump más bajo, del 27%.
El sitio web de Evince Group dice que tiene a Tommy Hilfiger y Levi Strauss & Co LEVI.N como clientes, y se ocupa de camisas tejidas, denim e hilos.
"Bangladés será uno de los países más afectados", afirma Chowdhury.
Aunque India solo aporta entre el 6% y el 7% de las importaciones estadounidenses de prendas de vestir, muy por detrás de Bangladés y Vietnam, las 30 principales marcas de ropa de Estados Unidos indicaron un cambio de preferencia hacia India desde Bangladés debido a la crisis política de este último el año pasado, según mostró una encuesta de la Asociación de la Industria de la Moda de Estados Unidos.
Otra gran víctima del "arancel recíproco" de Trump es Sri Lanka, que ahora se enfrenta a un arancel del 44%.
Alrededor del 40% de las exportaciones de ropa de Sri Lanka se destinan a Estados Unidos, lo que ayudó a la nación isleña a ganar 1.900 millones de dólares el año pasado. La confección es también la segunda fuente de divisas de Sri Lanka; el sector emplea a 300.000 personas.
La oficina del Presidente de Sri Lanka, Anura Kumara Dissanayake, informó en un comunicado de que se ha formado un grupo de funcionarios del Gobierno y empresas del sector de la confección para estudiar los "posibles problemas" que podrían derivarse de los nuevos aranceles.
"Sri Lanka podría ver muy rápidamente cómo su cuota de negocio estadounidense se traslada a países con aranceles más bajos", declaró Yohan Lawrence, secretario general del Foro de la Asociación Conjunta de la Confección de Sri Lanka. "Esta situación es grave y debe abordarse con urgencia nacional"