El índice PMI del sector servicios español subió a 56,2 en febrero, un aumento respecto al 54,9 de enero, destacando un robusto crecimiento en la actividad del sector. Este incremento fue principalmente impulsado por un alza en los nuevos pedidos, aunque su crecimiento se desaceleró en comparación con el fuerte ritmo de enero. Los encuestados señalaron una mejora en la demanda tanto nacional como internacional, con un aumento de los pedidos de exportación por tercer mes consecutivo.
En paralelo, las empresas continuaron contratando personal, manteniendo una tendencia de crecimiento que comenzó en octubre de 2022. Aunque el ritmo de expansión del empleo disminuyó en comparación con enero, el sector sigue mostrando una perspectiva positiva. Sin embargo, persisten las presiones en la capacidad, con un aumento sólido de los pedidos pendientes.
A pesar de un moderado optimismo respecto al futuro, las empresas esperan que el entorno económico mejore en los próximos doce meses, lo que debería apoyar el crecimiento de ventas y actividad. Las campañas comerciales planificadas posicionarán a las empresas para capitalizar la fortalecida demanda del mercado.
Por otro lado, las presiones de costes continuaron aumentando, principalmente debido al incremento en los gastos laborales. Los proveedores también subieron sus precios, elevando la inflación al nivel más alto en un año según la encuesta. En respuesta, las empresas de servicios aumentaron sus precios cobrados, manteniendo la inflación por encima de su tendencia histórica.
La presión de los precios dentro del sector servicios es creciente. "La inflación de los precios de compra ha alcanzado su máximo en un año y los salarios siguen siendo un factor clave", comentaron en Hamburg Commercial Bank. El Banco Central Europeo (BCE) ha observado esta tendencia en el sector servicios de la zona euro, lo cual podría influir en futuras decisiones económicas.