El gobernador del Banco de Japón (BoJ), Kazuo Ueda, habla en la conferencia de prensa posterior a la reunión de política monetaria el viernes, explicando las razones detrás de la decisión de no cambiar la tasa de interés.
La economía de Japón se está recuperando moderadamente, aunque se observan algunos movimientos débiles.
Las incertidumbres que rodean la economía de Japón y los precios siguen siendo altas.
Debemos prestar la debida atención a los mercados financieros y de divisas, y al impacto en la economía y los precios de Japón.
El impacto de las divisas en los precios se ha vuelto mayor que en el pasado, ya que las empresas están más dispuestas a aumentar salarios y precios.
Seguiremos ajustando el grado de flexibilización si se realiza nuestra perspectiva económica y de precios.
Necesitamos un poco más de información sobre las tendencias salariales.
Necesitamos más datos sobre las perspectivas salariales.
Las incertidumbres que rodean las políticas económicas de EE.UU. siguen siendo grandes.
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USD/JPY se aleja del máximo mensual de 155.48 tras estos comentarios. El par se vio por última vez operando un 0,16% más alto en el día en 155.05.
El Banco de Japón (BoJ) es el banco central japonés, que fija la política monetaria del país. Su mandato es emitir billetes y llevar a cabo el control monetario y de divisas para garantizar la estabilidad de los precios, lo que significa un objetivo de inflación en torno al 2%.
El Banco de Japón se ha embarcado en una política monetaria ultralaxa desde 2013 con el fin de estimular la economía y alimentar la inflación en medio de un entorno de baja inflación. La política del banco se basa en el Quantitative and Qualitative Easing (QQE), o impresión de billetes para comprar activos como bonos del Estado o de empresas para proporcionar liquidez. En 2016, el banco redobló su estrategia y relajó aún más la política introduciendo primero tipos de interés negativos y controlando después directamente el rendimiento de sus bonos del Estado a 10 años.
El estímulo masivo del Banco de Japón ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para combatir unos niveles de inflación que llevan décadas en máximos históricos. La política del Banco de Japón de mantener los tipos bajos ha provocado un aumento del diferencial con otras divisas, arrastrando a la baja el valor del Yen.
La debilidad del Yen y el repunte de los precios mundiales de la energía han provocado un aumento de la inflación japonesa, que ha superado el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón. Aun así, el Banco de Japón juzga que todavía no se vislumbra la consecución sostenible y estable del objetivo del 2%, por lo que parece improbable un cambio brusco de la política monetaria actual.