El vicegobernador del Banco de la Reserva de Australia (RBA), Andrew Hauser, dijo en un discurso programado en Sídney el miércoles que el "impacto directo de cualquier arancel de EE.UU. sobre Australia probablemente será limitado".
Una guerra comercial global afectaría la actividad, pero mucho depende de cómo reaccionaría China.
Australia tiene fuertes ventajas comparativas en materias primas y servicios.
El tipo de cambio flexible y la política monetaria independiente son poderosos amortiguadores de choques.
El impacto en la inflación australiana es ambiguo, podría moverse en cualquier dirección.
Observaremos de cerca los desarrollos arancelarios, listos para responder adecuadamente.
El RBA responderá en cualquier dirección, con fuerza si es necesario, para cumplir con el mandato.