Quien pensara que la significativa sorpresa a la baja en las cifras de inflación del Reino Unido en septiembre se repetiría sin problemas en octubre se llevó una decepción ayer. No solo la tasa general fue ligeramente más alta de lo esperado (lo que aún puede explicarse por los efectos puntuales de las facturas de energía doméstica), sino que la inflación de servicios, y por ende la tasa subyacente, también sorprendió al alza, señala Michael Pfister, analista de FX de Commerzbank.
"Dos hechos son poco probables que agraden al Banco de Inglaterra. Por un lado, la cifra bastante baja de la inflación de servicios en septiembre en comparación con el mes anterior parece haber sido una anomalía, distorsionada por los precios volátiles de los viajes. En octubre, los componentes volvieron a alinearse en torno a sus niveles de meses anteriores. Por otro lado, los precios de los bienes volvieron a subir."
"Hemos advertido en el pasado que estos no deberían ser un lastre permanente para la inflación subyacente en tal medida, y por lo tanto nos sentimos reivindicados por el último desarrollo. En cuanto a la próxima reunión del Banco de Inglaterra en diciembre, las cifras sugieren que una pausa es ahora casi una conclusión inevitable. Incluso se está cuestionando el recorte de tasas en febrero."
"Todavía creemos que el próximo recorte de tasas tendrá lugar entonces. El argumento a favor de esto es que la política monetaria aún es probable que se vea como bastante restrictiva y los responsables de políticas ciertamente querrán evitar quedarse atrás. Sin embargo, si las próximas cifras de inflación también sorprenden al alza, es probable que las discusiones se intensifiquen."