El Ministro de Finanzas de Japón, Shunichi Suzuki, dijo el viernes que llevará a cabo intervenciones en respuesta a movimientos repentinos de la moneda.
Ve presiones deflacionarias persistentes.
Advierte sobre el riesgo de que la deflación regrese.
Advierte contra movimientos repentinos en el mercado de divisas.
El Yen débil tiene pros y contras.
Japón ha tomado medidas, incluida la intervención en el mercado de divisas, ya que la volatilidad excesiva en el forex no es deseable.Japón aún no ha superado completamente la deflación.
Existe un riesgo potencial de deterioro de la salud financiera de Japón por la subida de tasas, ya que la deuda pública es grande.
Es cuestionable si la venta de ETF propiedad del BoJ al gobierno a valor contable es aceptable a la luz de la política del BoJ.
Es importante que el gobierno trabaje estrechamente con el BoJ en situaciones económicas y financieras.
Al momento de escribir, USD/JPY está cotizando un 0,27% más bajo en el día a 145.88.
El Banco de Japón (BoJ) es el banco central japonés, que fija la política monetaria del país. Su mandato es emitir billetes y llevar a cabo el control monetario y de divisas para garantizar la estabilidad de los precios, lo que significa un objetivo de inflación en torno al 2%.
El Banco de Japón se ha embarcado en una política monetaria ultralaxa desde 2013 con el fin de estimular la economía y alimentar la inflación en medio de un entorno de baja inflación. La política del banco se basa en el Quantitative and Qualitative Easing (QQE), o impresión de billetes para comprar activos como bonos del Estado o de empresas para proporcionar liquidez. En 2016, el banco redobló su estrategia y relajó aún más la política introduciendo primero tipos de interés negativos y controlando después directamente el rendimiento de sus bonos del Estado a 10 años.
El estímulo masivo del Banco de Japón ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para combatir unos niveles de inflación que llevan décadas en máximos históricos. La política del Banco de Japón de mantener los tipos bajos ha provocado un aumento del diferencial con otras divisas, arrastrando a la baja el valor del Yen.
La debilidad del Yen y el repunte de los precios mundiales de la energía han provocado un aumento de la inflación japonesa, que ha superado el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón. Aun así, el Banco de Japón juzga que todavía no se vislumbra la consecución sostenible y estable del objetivo del 2%, por lo que parece improbable un cambio brusco de la política monetaria actual.