
Según un informe de The Information ,
El B30A se creó para cumplir con los límites de exportación anteriores, al tiempo que permitía entrenar grandes sistemas lingüísticos cuando se combinaban muchas unidades.
Nvidia ya había proporcionado unidades de muestra a varias empresas chinas que querían utilizarlas en centros de datos para trabajos de IA.
Un portavoz de Nvidia, en declaraciones a Reuters, supuestamente afirmó que la compañía tiene “cero participación en el mercado altamente competitivo de computación para centros de datos de China, y no lo incluimos en nuestras previsiones”.
Las empresas chinas consideraban el B30A una alternativa viable tras la restricción de los chips de gama alta. Estas compañías utilizaban clústeres de hardware de menor capacidad para entrenar sistemas avanzados. La decisión de Estados Unidos bloquea por completo esta posibilidad.
La decisión también se aplica a las nuevas construcciones y a los proyectos de expansión en curso con apoyo estatal. Asimismo, abarca la infraestructura en la nube y los clústeres de computación para investigación con apoyo gubernamental. El objetivo es aumentar la dependencia de las empresas nacionales de semiconductores y limitar la dependencia de aceleradores extranjeros, especialmente aquellos vinculados al desarrollo de la IA. Los operadores de centros de datos chinos debatieron el nuevo marco normativo durante toda la semana.
Según dos empleados de Nvidia, la compañía ha estado trabajando en otra revisión del B30A para ver si la administración aprueba una configuración diferente.
La compañía ha rediseñado sus chips varias veces en los últimos dos años en respuesta a los controles de exportación estadounidenses, pero esta vez, la aprobación es incierta.
El chip se fabrica en Estados Unidos y Taiwán, y su distribución se planificó para cumplir con las restricciones existentes.
Al mismo tiempo, Pekín ha introducido nuevas normas que obligan a todos los centros de datos financiados por el Estado a utilizar únicamente procesadores desarrollados localmente.
Según The Information, los centros de datos que no estén completados en un 30% deben retirar cualquier chip externo que ya se haya instalado o cancelar cualquier plan para adquirirlos.
Las instalaciones en etapas posteriores se evaluarán una por una, y el uso continuado de hardware extranjero requerirá una aprobación por separado.
El anuncio se produjo en una jornada bursátil en la que los mercados estadounidenses reaccionaban a los informes de ganancias trimestrales. El S&P 500 cayó un 1,1%, el Dow Jones Industrial Average bajó 421 puntos, equivalentes a un 0,9%, y el índice Nasdaq descendió un 1,8% a mediodía.
Las grandes empresas tecnológicas lastraron el mercado en general debido a su elevada ponderación en el índice. Las acciones de Nvidia cayeron hasta un 4,2%. Las de Microsoft descendieron un 1,9% y las de Amazon un 2,4%.
Los resultados empresariales han cobrado mayor importancia debido a que el cierre del gobierno ha interrumpido la publicación de varios indicadores económicos clave. Esto incluye cifras de inflación, informes de gasto del consumidor y datos del mercado laboral.
Sin esos indicadores, los inversores se han basado en las presentaciones de resultados de las empresas y en las previsiones futuras para evaluar las condiciones.
El cierre del gobierno ya ha retrasado la publicación de los datos mensuales de empleo de septiembre, y el informe de octubre tampoco se publicará si el cierre continúa. La publicación de la información sobre precios al consumidor de octubre también corre el riesgo de posponerse.
Entre otros movimientos bursátiles notables, DoorDash cayó un 15,2% después de comunicar a los inversores que prevé mayores costes de desarrollo el próximo año.
Datadog subió un 20,1% tras anunciar ingresos y beneficios netos trimestrales superiores a lo previsto. Rockwell Automation aumentó un 3,9% tras presentar resultados que también superaron las estimaciones de los analistas.
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