La Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC) obtuvo una orden judicial federal que requiere que el cofundador y ex director ejecutivo Voyager Digital, Stephen Ehrlich, pague 750.000 dólares, que serán devueltos a los clientes afectados por el colapso de Voyager.
La CFTC anunció el acuerdo en un comunicado y afirmó que los 750.000 dólares se pagarán mediante el proceso de quiebra de Voyager. La orden también prohíbe a Ehrlich registrarse en la CFTC o participar en el comercio de materias primas durante tres años.
La CFTC demandó a Stephen Ehrlich en octubre de 2023, alegando que él y su empresa habían desarrollado un modelo de negocio que prometía seguridad a los clientes durante sus operaciones, pero los exponía a riesgos extremos. Voyager se convirtió en una plataforma de activos digitales para que las personas intercambiaran y almacenaran sus criptomonedas, pero la CFTC argumentó que las operaciones de la empresa eran imprudentes y engañosas.
Ehrlich engañó a los inversores al calificar Voyager de "refugio seguro" para activos digitales y comparar la plataforma con instituciones financieras reguladas como los bancos. Sus comentarios infundieron esperanza y tranquilidad en la gente, pensando que la empresa trataría su dinero con el mismo cuidado y supervisión que esas instituciones establecidas. Pero, en realidad, la empresa funcionó sin salvaguardas y nunca intentó proteger a sus clientes como prometía.
Voyager también prometía a los operadores grandes ganancias de hasta el 12% en diferentes depósitos de criptomonedas. Estas cifras eran excepcionales porque los bancos y los bonos solo ofrecían una fracción, lo que convenció a miles de personas a transferir sus ahorros a la plataforma. Sin embargo, la CFTC afirmó que estas ganancias solo fueron posibles porque Voyager participaba en actividades de riesgo.
El regulador alegó que Voyager prestó miles de millones de dólares en activos de clientes a prestatarios externos con altos niveles de riesgo crediticio y de mercado. Sin embargo, a diferencia de los bancos que exigen garantías y controles estrictos, la compañía contaba con protecciones limitadas que dejaban a sus clientes expuestos en caso de impago.
Miles de comerciantes perdieron el acceso a sus cuentas cuando Voyager finalmente colapsó en 2022, y muchas personas vieron sus ahorros bloqueados tras procedimientos de quiebra.
Stephen Ehrlich aceptó pagar $750,000 en acuerdos extrajudiciales, pero no admitió su culpabilidad por fraude ni negó ninguna reclamación que la CFTC presentó en su contra. Estos casos son comunes, y los reguladores utilizarían dichos acuerdos para compensar rápidamente a las víctimas. A cambio, el acusado evita ir a juicio, que podría prolongarse durante años y costarle mucho más en honorarios legales o exponer más actividades fraudulentas.
El tribunal también prohibió a Ehrlich registrarse en la CFTC o participar en cualquier actividad que implique gestionar o asesorar operaciones bursátiles en nombre de terceros. Esto significa que no será director, socio ni asesor de empresas que gestionen la negociación de materias primas o activos digitales durante ese periodo. La orden también le prohibió infringir las normas antifraude de la Ley de Intercambio de Materias Primas.
La abogada de Ehrlich, Sarah Krissoff, declaró que su cliente estaba satisfecho con el resultado del tribunal y el acuerdo. En su opinión, el acuerdo favorecía a ambas partes. Los clientes recuperarían parcialmente sus pérdidas y Ehrlich podría evitar un litigio prolongado y perjudicial .
Charles Marvine, jefe interino de cumplimiento de la CFTC, afirmó que el acuerdo demuestra que la agencia toma estos casos en serio y está comprometida a evitar que las personas causen más daño en el futuro.
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