Mientras el dólar se flexiona, los mercados globales están tratando de recuperar el aliento. En Wall Street, las acciones lograron un modesto repunte después de tres días de pérdidas gracias a los altos rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. El Dow Jones subió 112,81 puntos para cerrar en 42.688,89.
El S&P 500 sumó 5,82 puntos y se situó en 5.913,01. El Nasdaq cayó 21,86 puntos a 19.463,98. Pero a pesar de un diciembre agitado, el S&P 500 registró una ganancia del 24% en el año, su mejor racha de dos años desde finales de los años 90.
La exageración de la inteligencia artificial (IA), los recortes anticipados de las tasas de la Fed y las vibe proempresariales de la administración entrante de Trump encendieron un fuego bajo las acciones. Las acciones de energía lideraron la tendencia, con los 11 sectores principales en verde a finales de año.
Es una fiesta de Wall Street, pero el mercado de bonos no está invitado. El rendimiento del Tesoro a 10 años alcanzó brevemente el 4,641%, el más alto desde mayo, enfriando parte del repunte. El rendimiento se situó ligeramente a la baja en el 4,527% el martes, pero se mantuvo por encima del 4,5%, un nivel que inquieta a los operadores.
El panorama internacional no pinta mucho mejor. Los volúmenes de negociación fueron escasos y los mercados europeos cerraron o realizaron sesiones de medio día por las vacaciones de Año Nuevo. Alemania, Italia y Suiza ni siquiera aparecieron.
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