
El Oro (XAU/USD) se mantiene estable el miércoles, con precios consolidándose tras alcanzar un nuevo máximo histórico cerca de 4.526$ más temprano hoy. La volatilidad aumentó durante la sesión asiática en medio de una liquidez escasa por las vacaciones antes de Navidad, lo que alentó una leve toma de beneficios en niveles elevados. En el momento de escribir, el XAU/USD cotiza alrededor de 4.487$, con un aumento de más del 3.0% esta semana.
El histórico repunte del oro este año ha sido nada menos que notable, con precios que han subido más del 70% en lo que va del año, poniendo al Oro en camino de su mejor desempeño anual desde 1979. El repunte ha sido impulsado por una fuerte demanda de refugio seguro en medio de riesgos geopolíticos persistentes e incertidumbres económicas, así como por flujos institucionales y de inversión robustos.
Otro motor importante detrás de la histórica carrera del Oro ha sido la debilidad general del Dólar estadounidense (USD), impulsada por la retórica proteccionista del presidente estadounidense Donald Trump y la relajación de la política monetaria por parte de la Reserva Federal (Fed).
La Fed realizó un recorte acumulado de 75 puntos básicos (pb) en 2025. Los mercados también están valorando dos recortes adicionales de tasas el próximo año. Este entorno ha continuado apoyando la demanda del metal precioso, ya que las tasas de interés más bajas reducen el costo de oportunidad de mantener activos que no generan rendimiento, como el Oro.
De cara al futuro, el Oro podría consolidarse a corto plazo, ya que la falta de nuevos catalizadores en el mercado y una mayor toma de beneficios antes de fin de año podrían ejercer cierta presión a la baja sobre los precios. Dicho esto, la tendencia alcista general se mantiene firmemente intacta, sugiriendo que el repunte probablemente continuará hasta 2026.
En el gráfico diario, el XAU/USD navega en territorio desconocido, aunque los riesgos de un leve retroceso están comenzando a acumularse. Los indicadores de momentum sugieren que el repunte se está volviendo excesivo, con el Índice de Fuerza Relativa (RSI) rondando cerca de la zona de sobrecompra y mostrando signos tempranos de fatiga, mientras que una divergencia bajista está comenzando a tomar forma.
La estructura alcista más amplia se mantiene firmemente intacta, ya que los precios continúan cotizando muy por encima de las medias móviles clave. A la baja, el anterior máximo histórico cerca de 4.381$ podría actuar como la primera línea de defensa, seguido por la media móvil simple (SMA) de 9 días alrededor de 4.372$.
Una ruptura decisiva por debajo de esta media a corto plazo podría exponer la SMA de 50 días cerca de 4.167$, donde es probable que los compradores vuelvan a aparecer.
Al alza, el nivel psicológico de 4.500$ se presenta como una resistencia inmediata, antes de una posible re-prueba del nuevo máximo histórico en 4.526$. Una ruptura sostenida por encima de esta zona podría abrir la puerta a más ganancias hacia la zona de 4.600$.
Mientras tanto, el Índice Direccional Promedio (ADX) está en aumento y se sitúa por encima de la marca de 30, señalando que la fuerza de la tendencia subyacente sigue siendo fuerte, incluso cuando el momentum se enfría a corto plazo.
El Oro ha desempeñado un papel fundamental en la historia de la humanidad, ya que se ha utilizado ampliamente como depósito de valor y medio de intercambio. En la actualidad, aparte de su brillo y su uso para joyería, el metal precioso se considera un activo refugio, lo que significa que se considera una buena inversión en tiempos turbulentos. El Oro también se considera una cobertura contra la inflación y la depreciación de las divisas, ya que no depende de ningún emisor o gobierno concreto.
Los bancos centrales son los mayores tenedores de Oro. En su objetivo de respaldar sus divisas en tiempos turbulentos, los bancos centrales tienden a diversificar sus reservas y a comprar Oro para mejorar la percepción de fortaleza de la economía y de la divisa. Unas reservas de Oro elevadas pueden ser una fuente de confianza para la solvencia de un país. Los bancos centrales añadieron 1.136 toneladas de Oro por valor de unos 70.000 millones de dólares a sus reservas en 2022, según datos del Consejo Mundial del Oro. Se trata de la mayor compra anual desde que existen registros. Los bancos centrales de economías emergentes como China, India y Turquía están aumentando rápidamente sus reservas de Oro.
El Oro tiene una correlación inversa con el Dólar estadounidense y los bonos del Tesoro de EE.UU., que son los principales activos de reserva y refugio. Cuando el Dólar se deprecia, el precio del Oro tiende a subir, lo que permite a los inversores y a los bancos centrales diversificar sus activos en tiempos turbulentos. El Oro también está inversamente correlacionado con los activos de riesgo. Un repunte en el mercado bursátil tiende a debilitar el precio del Oro, mientras que las ventas masivas en los mercados de mayor riesgo tienden a favorecer al metal precioso.
El precio del Oro puede moverse debido a una amplia gama de factores. La inestabilidad geopolítica o el temor a una recesión profunda pueden hacer que el precio del Oro suba rápidamente debido a su condición de activo refugio. Como activo sin rendimiento, el precio del Oro tiende a subir cuando bajan los tipos de interés, mientras que el encarecimiento del dinero suele lastrar al metal amarillo. Aun así, la mayoría de los movimientos dependen de cómo se comporte el Dólar estadounidense (USD), ya que el activo se cotiza en dólares (XAU/USD). Un Dólar fuerte tiende a mantener controlado el precio del Oro, mientras que un Dólar más débil probablemente empuje al alza los precios del Oro.