Por Ana Isabel Martinez, Adriana Barrera y Stefanie Eschenbacher
CIUDAD DE MÉXICO, 11 jun (Reuters) - Hokchi Energy, uno de los mayores productores privados de petróleo en México, ha buscado nuevas maneras de comercializar sus hidrocarburos ante retrasos en los pagos de la mexicana Pemex, que han llegado a afectar la operación de una larga lista de sus proveedores, dijeron tres fuentes con conocimiento del tema.
La filial mexicana de Pan American Energy (PAE) transfiere a Pemex toda su producción de crudo y gas, tanto la propia como la del Estado derivada de un contrato de producción compartida en el bloque Hokchi, en aguas someras del Golfo de México que produce unos 23,000 barriles de petróleo crudo equivalente por día (bpd), pero debe de esperar meses, en el mejor de los casos, para recibir el pago.
Buscando acabar con la larga espera y la acumulación de impagos, Hokchi Energy ha intentado dos veces, una durante el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien gobernó entre 2018 y 2024, y más recientemente en el gobierno de su sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumió el poder en octubre, cambiar ese esquema, de acuerdo a las fuentes.
La operadora privada ha buscado que fuera PMI, el brazo comercial de Pemex, quien se encargara de comercializar su crudo y gas, fungiendo como cualquier comercializador mundial de hidrocarburos, pero ambos intentos han fracasado, dijeron las fuentes.
Dos de ellas dijeron que el más reciente intento hace unas semanas fue rechazado por la propia secretaria de Energía, Luz Elena González. La Secretaría de Energía no respondió a una solicitud de comentarios por parte de Reuters.
Ese cambio habría hecho la diferencia para Hokchi Energy entre recibir pronto los recursos por la venta de sus hidrocarburos o meses, como ha sido para ellos y decenas de proveedores de Pemex, a quienes la petrolera estatal adeuda unos 20,000 millones de dólares.
Una de las fuentes dijo que la deuda total con Hokchi Energy rondaba los 380 millones de dólares, pero que como está ligada a la entrega de crudo, "se mueve diariamente".
ENTRE DEUDAS Y DEMANDAS
Consultada sobre lo dicho por las fuentes, Hokchi Energy respondió a Reuters que continúa un diálogo "constante y productivo con Pemex".
"Hokchi mantiene una relación cordial con Pemex y operativamente es impecable", añadió. "La operación se ha mantenido y nuestros proyectos son de largo plazo", subrayó. La empresa no proporcionó el monto total del adeudo de Pemex.
La petrolera estatal, con una deuda financiera de 101,000 millones de dólares, no respondió a una solicitud de comentarios. Harbour Energy HBR.L, que también tiene una participación en Hokchi Energy, no hizo comentarios.
Pemex reconoce adeudos facturados con Hokchi Energy por 92.41 millones de dólares en 2024 y 88.66 millones de dólares en este año, en datos oficiales a marzo, los más recientes disponibles. Dos de las fuentes dijeron que el adeudo es mayor porque no incluye aún facturas pendientes por contabilizar.
Pemex pagó a Hokchi Energy 300 millones de dólares el año pasado y 94.73 millones de dólares este año, según sus datos.
En 2023 Hokchi Energy reclamó entonces el pago de 190 millones de dólares por la venta de crudo y gas a la gigante estatal. Una de las fuentes dijo que la operadora privada había demandado de nuevo a Pemex tras recientes intentos de obtener pagos, pero declinó especificar en qué instancia y por qué montos.
Hokchi Energy tiene dos contratos de producción compartida con el Estado derivados de una profunda reforma energética de hace una década, mediante la que se adjudicaron en rondas de licitaciones decenas de contratos de exploración y producción de hidrocarburos a empresas privadas y extranjeras.
El campo Hokchi es uno de los mayores productores de crudo entre las petroleras privadas en México.
Tras el impulso de ampliar la apertura del sector petrolero en 2014, que incluyó asociaciones de Pemex con otras empresas para compartir el riesgo, el gobierno de López Obrador, un nacionalista del sector energético, suspendió las subastas de contratos.
Pemex sigue siendo el principal operador en México, pero la falta de inversión y su difícil situación financiera le han dificultado revertir el declive de su producción de crudo, que ronda los 1.6 millón de barriles por día (bpd).
El gobierno de Sheinbaum está buscando atraer inversión privada con nuevos esquemas derivados de una reciente reforma energética pero que refuerza el control del Estado, generando dudas sobre si efectivamente logrará atraer capital suficiente para impulsar de nuevo el bombeo de Pemex.
(1 dólar = 19.0475 pesos mexicanos)